Esta espectacular tarta de boda vintage estilo coquette tiene su trabajito, no os lo vamos a negar, pero el resultado es apabullante, ¿no os parece? Consta de dos layer cakes, una encima de la otra, en dos tamaños distintos, 15 cm y 20 cm, con bizcochos de limón y arándanos, y rellenas de buttercream de queso. Nos hemos basado en este modelo.
Los bizcochos los preparamos como siempre en unos moldes de aluminio profesional de 15 cm y de 20 cm, aromatizados con limón y enriquecidos con arándanos frescos. La tarta completa la cubrimos con buttercream teñido de blanco que adornamos con volantes y volutas a tutiplén. Para el buttercream de queso que rellena las tartas nos hemos basado en este vídeo.
Como ya sabemos cubrir una tarta con un buen buttercream, se trata de preparar dos layer cakes de distintos tamaños, por lo que la mayor dificultad reside en montar la tarta pequeña sobre la grande. Para ello es necesario introducir unos pilares en la tarta inferior capaces de sostener la superior, que debe reposar sobre una base de cartón, para que todo el tinglado no se hunda y se mantenga estable. Rematamos los dos pisos de tarta con un topper de boda cuquísimo.
Receta de tarta de boda vintage tipo coquette
Ingredientes (para 30 raciones aprox.):
Bizcocho de limon y arándanos tarta superior (molde de 15 cm)
- 340 g de azúcar
- 340 g de mantequilla ablandada
- 4 huevos a tª ambiente
- 340 g de harina de repostería
- 3 cdtas. de impulsor químico
- 1 cdta. de aroma de limón
- 150 g de arándanos frescos
Bizcocho de limon y arándanos tarta inferior (molde de 20 cm)
- 580 g de azúcar
- 580 g de mantequilla ablandada
- 7 huevos a temperatura ambiente
- 580 g de harina de repostería
- 4 1/2 cdtas. de impulsor químico
- 2 cdtas. de aroma de limón
- 250 g de arándanos frescos
Buttercream de queso para rellenar ambas tartas (se divide en 2 tandas, 1 por tarta)
- 500 g de mantequilla ablandada
- 1000 g de azúcar glas
- 500 g de queso crema frío
- 3 cdtas. de gelatina neutra en polvo (opcional)
Crema de mantequilla, buttercream, para capa recogemigas, recubrimiento y adornos de ambas tartas
- 650 g de mantequilla ablandada
- 1000 g de azúcar glas
- 50-75 g de leche o nata a tª ambiente
- Colorante blanco en gel o en polvo
Adorno final
Elaboración:
Bizcocho de limón y arándanos de la tarta superior
- Pesamos todos los ingredientes en la báscula. Ponemos el horno a calentar a 180 ºC. Engrasamos tres moldes de bizcocho de 15 cm con spray antiadherente y forramos el fondo de cada molde con un círculo de papel de hornear. Reservamos.
- En un bol, mezclamos el azúcar, la mantequilla ablandada, el aroma de limón y los huevos. Y en otro bol, pasamos la harina de repostería por un tamiz o colador con el impulsor químico.
- Añadimos los ingredientes secos a los ingredientes húmedos y mezclamos con una espátula o con robot, sin pasarnos de batido, hasta obtener una masa homogénea. Agregamos los arándanos.
- Vamos a hacer cinco capas de bizcocho, para lo que dividimos la masa entre los tres moldes: haremos dos bizcochos para cortar por la mitad, para obtener dos capas de cada uno, y otro bizcocho que será una sola capa. Es decir, que hay que dividir el peso entre cinco y poner dos porciones en dos moldes y una sola porción en el tercer molde.
- Metemos los moldes en el horno y horneamos los bizcochos unos 30 minutos en el tercio inferior del horno. Probamos con una brocheta que estén cocidos en el centro y los sacamos.
- Desmoldamos invirtiendo los bizcochos sobre una rejilla; retiramos el papel y dejamos enfriar por completo. Os aconsejamos envolver en plástico los bizcochos fríos y reposarlos toda una noche porque cogen firmeza, además los arándanos tienden a hacerlos más frágiles que si no tuvieran arándanos.
Bizcocho de limón y arándanos de la tarta inferior
- Procedemos de manera idéntica a los bizcochos anteriores, pero usando tres moldes de 20 cm, en los que repartiremos la masa igual que en la tarta superior. El objetivo es obtener cinco capas.
Relleno de buttercream de queso
- Pesamos todos los ingredientes en la báscula. Mejor dividir las cantidades por dos y preparar dos tandas separadas.
- Si optamos por poner gelatina, la hidratamos cinco minutos en un poco de agua fría. Esta crema de queso es blandita y además le afecta bastante la temperatura ambiente, por lo que si hace calor ayuda bastante incorporar la gelatina, que le da más firmeza.
- Batimos la mantequilla ablandada tres minutos a velocidad media-alta, hasta que blanquee. Agregamos el azúcar glas pasándolo por un tamiz o colador, y batimos otros tres minutos el conjunto.
- Una vez bien batida la crema, añadimos el queso frío de la nevera y volvemos a batir a velocidad media-alta 1-2 minutos hasta obtener una mezcla cremosa y perfectamente lisa.
- Si la usamos, calentamos brevemente la gelatina en el microondas hasta que se licúe. Con el robot o batidora en marcha a velocidad media-baja, vamos agregando la gelatina disuelta a hilo, integrando de inmediato para que no se formen grumos. Reservamos a temperatura ambiente.
Cobertura de buttercream
- Haremos el buttercream de cobertura de cada tarta por separado, pues si lo preparamos todo a la vez es una cantidad excesiva para cualquier máquina. Pesamos todos los ingredientes en la báscula.
- Dejamos la mantequilla a temperatura ambiente para que se ablande o la cortamos en trozos y la pasamos por el microondas a máxima potencia de dos en dos segundos, con mucha precaución y vigilando en todo momento que no se derrita. Tamizamos el azúcar glas y reservamos.
- Echamos todos los ingredientes en un bol y batimos hasta que la mezcla esponje y blanquee, mejor con robot con pala. Debemos rebañar el fondo del bol con una espátula para asegurarnos de que se mezcla toda la mantequilla.
- Al cabo de 8-10 minutos de batido a velocidad media-alta, el buttercream estará listo. Si no está blanco a nuestro gusto, añadimos colorante blanco en polvo o en gel (no tengas miedo de añadir una buena cantidad si hace falta) y batimos para homogeneizar el color.
- Si no estuviera suficientemente cremoso y ligero, agregamos la leche a temperatura ambiente sin dejar de batir a velocidad mínima hasta obtener la consistencia deseada. Batir a baja velocidad ayuda a suavizar la crema y quitarle burbujas. Reservamos a temperatura ambiente.
Montaje de cada tarta individual
- Para la tarta superior pequeña, colocamos una base redonda (de 15 cm, pero recortamos un poco para hacerla más pequeña) sobre un stand giratorio (si no usas un stand antideslizante como el nuestro, pondremos un pegote de crema para sujetar la base al stand), aplicamos otro pegote de crema en la base.
- Igualamos las superficies de los bizcochos, si fuera necesario, cortando una fina rebanada con un cuchillo o una lira; cortamos los bizcochos dobles por la mitad para obtener cinco capas de bizcochos de 15 cm y cinco capas de bizcocho de 20 cm.
- Ponemos el primer bizcocho bien centrado sobre el stand. Dividimos el buttercream de queso del relleno en dos partes, una para cada tarta aproximadamente.
- Con una taza medidora o un dosificador de helado, dosificamos el relleno de buttercream de queso (4 capas de relleno). Tendremos en cuenta que no debemos poner una capa de relleno muy gruesa, pues la crema es blanda y al tener mucha altura la tarta final, se nos puede estrujar y salirse por los lados si ponemos mucha.
- Extendemos el relleno con una espátula acodada sobre el bizcocho haciendo girar el stand. Ponemos encima el segundo bizcocho, lo nivelamos con la mano y aplicamos la misma cantidad de buttercream que antes. Hacemos lo propio con el tercer bizcocho y con el cuarto. Llevamos la tarta a la nevera 30 minutos para que la crema de queso se ponga firme.
- Procedemos de manera idéntica con la tarta inferior de 20 cm, pero usando un cake drum que será la base sólida de toda la tarta cuando esté completa.
- Recuperamos las tartas de la nevera; cubrimos la parte superior y los laterales con una capa de buttercream recogemigas, a ras de los bizcochos y alisando con una rasqueta o scraper para tartas, retirando el sobrante. Devolvemos ambas tartas a la nevera para que la crema se ponga firme por lo menos 15 minutos.
- Una vez endurecida la capa recogemigas, aplicamos una capa más gruesa de buttercream natural con la espátula por encima y por los laterales de ambas tartas. Alisamos la parte superior y los laterales de nuevo con una rasqueta o scraper para tartas y devolvemos las tartas a la nevera otros 15-20 minutos para que la crema acabe de ponerse firme.
Montaje de los dos pisos y adorno final
- Para hacer la decoración de la tarta vamos a cargar mangas desechables equipadas con las siguientes boquillas: para volantes, la 102 y la 125 del kit para volantes de Wilton, la número 4 para los puntos y las líneas lisas, y la número 18 y la 32 de estrella. Ten en cuenta que una vez montada la tarta final necesitas mucho espacio en una nevera corriente para conservarla.
- Recuperamos las tartas de la nevera y colocamos la tarta grande sobre el stand giratorio. Medimos la altura de la tarta y cortamos a esa medida cuatro pilares para tartas. Introducimos los cuatro pilares en la zona central de la tarta, equidistantes como se ve en el vídeo. Sobre estos pilares apoya la tarta superior e impiden que su peso hunda la tarta inferior. Los empujamos con una pala u otro utensilio similar para que queden a ras de la superficie.
- Ahora, con una pala para tartas y mucho cuidado, colocamos la tarta pequeña encima de la grande. La centramos bien. Ya podemos ejecutar la decoración.
- Podemos empezar desde abajo y progresar hacia arriba o al revés, como nos sea más fácil. Los volantes grandes se hacen con la boquilla 125, los pequeños laterales con la 102. Las volutas pequeñas con la 18 y las volutas grandes con la 32. Los puntos de la tarta pequeña y las líneas colgantes de la tarta inferior, con la 4. La unión entre ambas tartas la tapamos con volutas hechas con la boquilla 32.
- Ponemos también unas perlitas blancas para adornar como más nos guste, ayudándonos con unas pinzas.
- Por último, colocaremos el topper. Como el topper elegido no se pincha en la tarta, sino que tiene una base amplia que solo se apoya sobre ella, hemos introducido dos trocitos de pilar de unos 5 cm de largo para apoyarlo y que no estropease la decoración. Se introducen los dos pilares a ras de la decoración, y listo.
- Un último consejo: mucho ojo al trasladar la tarta completa, porque pesa mucho.
Esta tarta de boda vintage estilo coquette es una preciosidad que dejará asombrados a todos los convidados a cualquier boda, mira cómo luce encima de nuestro stand color verde agua. Con platos y cucharas de colores pastel el efecto es impresionante. Todo este magnífico menaje para montar una boda íntima, pero de impresión, lo tienes en nuestra tienda, dónde si no.
The post Tarta de boda vintage tipo coquette first appeared on Blog de recetas de María Lunarillos.